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  Chistes de jaimito y pepito
 

 

 

Jaimito era un gamberro en clase. La maestra era ciega. Un día enfadada le mando a todo el mundo a raparse la cabeza. Jaimito penso: "Cómo me voy a rapar la cabeza con mi cabello tan bonito como lo tengo."

Entonces tuvo una idea. Al día siguiente la maestra empezó a tocar las cabezas de los niños y todas estaban correctas, pero cuando llegó a Jaimito, Jaimito le puso el culo para que lo tocara y la maestra exclamó:

"¡Muy bien, Jaimito y con la raya en medio!"




Estaba Pepito en un colegio de monjas y hablaba con un amigo y le decia deseo ver a una niña y platicar con ella. Como el colegio tenia una barda grande donde separaban a los niños de las niñas, Pepito muy astuto hizo un paqueño orificio y veía a través de él todas las tardes a Rosita sentada debajo de un árbol.

En una de esas veces que la veia, Pepito decidió brincar la barda, pero ésta tenía un alambre con púas, además que era muy alta. Pepito agarró valor y decidió enfrentar ese paligro por tal de ver y conversar con esa niña. Finalmente pasó al otro lado y se acercó a la niña y le dice:

"¡Cómo te llamas!"

"Rosita, pero me quitaron el ita al entrar al colegio. ¿Y tu como tellamas?"

"Pepito, pero me dicen Pe."

"¿Y el pito?"

"El pito lo dejé en la barda por venir a verte."






Jaimito llega al colegio golpeado en la cara. La maestra le pregunta:

"¿Qué te paso Jaimito? Otra vez estuviste peleando."

"No, profe, es que mis padres no tienen dinero por la situación del país. Entonces dormimos en la misma cama los tres, usted sabe por la austeridad. Por la noche mis padres me mandan a dormir y se acuestan. Luego me preguntan: 'Jaimito ¿Estás dormido?' Yo contesto 'Sí' y entonces me golpean."

La maestra le dice:

"Claro, ya sé qué pasa. Tus padres necesitan privacidad, Jaimito. Ellos no pueden hacer el amor si tu estás despierto. Esta noche cuando te manden a dormir tu te acuestas y te quedas tranquilo, si te preguntan algo quedate callado, para que veas que no te hacen nada."

Al día siguiente llega Jaimito todo amoreteado, un yeso en una pierna y en un brazo, la cara con curitas, en fin ¡vuelto mierda! La maestra lo ve y le dice:

"¿Qué hiciste mijo? Seguro no fue lo que yo te dije."

"Si profe, me mandaron a dormir y lo hice. Me preguntaron: 'Jaimito estás dormido.' Y yo me quedé como muerto. Al rato se desnudaron y se acostaron. Luego de un poco de movimientos mi mamá empezó a decir:

"¡MI AMOR ME VOY!"

Y mi papá también:

"¡YO TAMBIÉN ME VOY!"

Entonces yo me paré y les dije:

"¡ESPERENME QUE ME VOY CON USTEDES!"






 

Jaimito corre a informarle a la madre:

"Mamá, mamá, yo vi a papá haciendo algo con la sirvienta".

"Sí, ¿y qué más?"

"Bueno, él la estaba besando y tocándola; luego fueron al despacho, la montó en el escritorio, le quitó la ropa interior y le metió el..."

"Bien, hijo, este domingo, en la cena familiar, se lo cuentas a todos para que lo sepan".

Llega el domingo por la noche, toda la familia está sentada dispuesta a cenar, y le dice la madre a Jaimito que lo cuente.

"Mi papá estaba besando a la sirvienta y tocándola; luego se la llevó al despacho, la montó encima del escritorio, le quitó la ropa interior y le metió el... el... Mami, ¿cómo se llama lo que tú le chupas al chofer?"







Llega la maestra ante el director toda descompuesta y chilla:

"No trabajo un día más acá, ¡RENUNCIO!"

"¿Por qué, si usted es nuestra mejor maestra?", pregunta el director.

"Es que no soporto al alumno Jaimito, siempre me sale con una grosería y ya no sé que hacer con él..."

"No se preocupe, ahora que vienen los exámenes pongámosle una trampa para poder botarlo del colegio".

Se ponen de acuerdo y la maestra esboza una sonrisa diciendo para sus adentros:

"Te jodiste, Jaimito, de ésta no te escapas".

Llega el día del examen y la profesora les informa a los alumnos:

"Bien, niños, hoy vamos a hacer un examen diferente: yo les escribiré un número en la pizarra y ustedes a través de una canción harán la suma y me darán el resultado, ¿estamos claros?"

"Sí, sí", contestan todos.

"A ver, Luisito, pase usted".

Y la maestra escribe el número 16 en la pizarra.

"Tienes 10 segundos para contestar".

"¡Maestra, lo tengo!"

"Dame la respuesta".

"2 y 2 son 4, 4 y 2 son 6, 6 y 2 son 8, y 8 16".

"Muy bien".

Todos los niños aplauden.

"A ver, Juanito".

"Diga, maestra".

La maestra escribe el número 60.

Nuevamente comienza el tic- tac... Y a los 7 segundos exclama Juanito:

"Maestra, lo tengo".

"Dime, Juanito".

Y Juanito comienza a cantar una canción de José José: "40 y 20, 40 y 20..."

"Muy bien", le felicita la profesora y todos los niños aplauden.

Le toca el turno a Jaimito y la maestra, con una sonrisota y cara de sobrada, piensa:

"Ahora si te JODISTE", y le escribe el 23 en la pizarra.

Comienza el tic- tac y Jaimito piensa:

"¡Mierda, esta vaina está muy jodida!"

Tic- tac... Y a los 9 segundos pregunta Jaimito:

"Maestra, ¿puedo rapear?"

"¿Rapear?", pregunta la maestra.

Y los demás niños gritan:

"¡Que rapee, que rapee, que rapee...!"

"Bien", acepta la maestra.

Y comienza Jaimito:

"Tchum tiquitachum tum... to toto, la maestra del coño me vino a joder, con una sumatoria que debo resolver: Los dedos de mis manos, los dedos de mis pies, el palo y las dos bolas... ¡Suman veintitrés!"








Estaba Pepito en el salón de clases cuando entra el inspector de la Secretaría de Educación y dice a la profesora que desea observar el desarrollo de la clase, y se sienta en una silla vacía, justo ATRAS de Pepito. La profesora continúa su clase:

"A ver Juanito ¿a quién se le conoce como el Padre de la Patria, iniciador de la independencia de México?"

"A Miguel Hidalgo, profesora."

Asi continúa haciendo preguntas y el inspector nota que la profesora omite hacer preguntas a Pepito, por lo que discretamente se lo señala con el dedo para que lo haga participar. La profesora, un poco nerviosa porque no quiere que Pepito salga con una de sus vulgaridades, le prepara cuidadosamente una pregunta:

"A ver, Pepito, recuerdas la clase de ayer en la que platicamos la historia del Himno Nacional."

"Claro que me acuerdo profesora."

"¿Recuerdas qué le dijo el Sr. Francisco Gonzalez Bocanegra a su esposa cuando esta le pidió que él escribiera el Himno Nacional?, eso lo comentamos ayer Pepito."

"Sí profesora... lo tengo en la punta de la lengua..."

Mientras la profesora esperaba la respuesta, nerviosamente jugaba con un lápiz que acabó por caérsele al suelo. Al inclinarse a recogerlo mostró todos sus lindos atributos físicos. Entonces Pepito continuó...

"¡Ya me acordé! El tipo ese dijo: ¡Qué buenas nalgas tienes mamacita!"

La profesora, molesta por la respuesta, le pide a Pepito que salga del salón.

Pepito, muy serio, recoge sus cuadernos y libros e indignado voltea hacia el inspector y le dice:

"¡Ya vez pendejo, si no sabes para que soplas!"






Estaba Pepito en el salón de clases cuando entra el inspector de la Secretaría de Educación y dice a la profesora que desea observar el desarrollo de la clase, y se sienta en una silla vacía, justo ATRAS de Pepito. La profesora continúa su clase:

"A ver Juanito ¿a quién se le conoce como el Padre de la Patria, iniciador de la independencia de México?"

"A Miguel Hidalgo, profesora."

Asi continúa haciendo preguntas y el inspector nota que la profesora omite hacer preguntas a Pepito, por lo que discretamente se lo señala con el dedo para que lo haga participar. La profesora, un poco nerviosa porque no quiere que Pepito salga con una de sus vulgaridades, le prepara cuidadosamente una pregunta:

"A ver, Pepito, recuerdas la clase de ayer en la que platicamos la historia del Himno Nacional."

"Claro que me acuerdo profesora."

"¿Recuerdas qué le dijo el Sr. Francisco Gonzalez Bocanegra a su esposa cuando esta le pidió que él escribiera el Himno Nacional?, eso lo comentamos ayer Pepito."

"Sí profesora... lo tengo en la punta de la lengua..."

Mientras la profesora esperaba la respuesta, nerviosamente jugaba con un lápiz que acabó por caérsele al suelo. Al inclinarse a recogerlo mostró todos sus lindos atributos físicos. Entonces Pepito continuó...

"¡Ya me acordé! El tipo ese dijo: ¡Qué buenas nalgas tienes mamacita!"

La profesora, molesta por la respuesta, le pide a Pepito que salga del salón.

Pepito, muy serio, recoge sus cuadernos y libros e indignado voltea hacia el inspector y le dice:

"¡Ya vez pendejo, si no sabes para que soplas!"





Pepito iba por la calle arrastrando con una cuerda a una rana aplastada. Llegó hasta uno de esos locales de mala reputación que tienen una luz roja en la entrada y llamó a la puerta. La Madame abrió la puerta y al ver al pequeño le preguntó que quería. Pepito respondió que quería hacerlo con una de las chicas del local y que tenía suficiente dinero para pagar y que no se iba a ir hasta conseguirlo.

La Madame se lo pensó y decidió que ¿por qué no? y le dijo que pasase. Una vez dentro le invitó a elegir entre las chicas la que más le gustase. Él preguntó si alguna de las chicas tenía alguna enfermedad y, por supuesto, la Madame respondió que no. Pero Pepito había oído a los hombres del pueblo decir que habían tenido que ir al hospital a recibir tratamiento después de haberlo hecho con Marlene y ESA era la chica que quería.

Como el niño estaba tan empeñado y tenía dinero, la mujer le dijo que Marlene estaba subiendo la escalera en la primera habitación a la derecha. Siguiendo las instrucciones, Pepito subió por las escaleras arrastrando la rana aplastada. A los diez minutos baja por las escaleras, sigue arrastrando la rana, paga a la dueña del burdel y se dirige hacia la salida. Intrigada, la dueña le pregunta:

"¿Por qué has elegido a la única chica que tenía en el local con una enfermedad, en vez de cualquiera de las otras?"

"Bueno, esta noche cuando llegue a casa, mis padres van a salir a cenar y me van a dejar con la niñera. Cuando se hayan ido lo voy a hacer con la niñera, a la que le gustan mucho los jovencitos; ella se contagiará con la enfermedad que yo acabo de agarrar. Cuando vuelvan mis padres, papá llevará a la niñera a su casa y en el camino se la cepillará y pillará la enfermedad. Cuando papá vuelva de llevar a la niñera, él y mamá se acostarán; lo harán y ella se contagiará. Por la mañana, cuando papá se vaya al trabajo, el cartero traerá el correo y se echará un rapidín con mamá y también lo contagiará... ¡Y ESE es el HIJO DE PUTA que atropelló a mi RANA, y me lo quiero CHINGAR!"






 

Pepito estaba en el baño masturbándose y la mamá le abre la puerta para ver qué estaba haciendo y cuando lo ve le dice:

"Pepito, esto va contra la religión, esto va contra la moral, esto va contra lo natural."

Y Pepito la interrumpe y le dice: "Salte mami, ¡esto va contra la pared!"







Una vez estaba Juanita en su casa, y de repente tuvo su primera menstruación, estaba muy asustada pero no había nadie en su casa, así que decidió ir a casa de su mejor amigo,
Pepito.

Llegó a la casa y tocó el timbre:

"Hola Pepito, ¿está tu mamá?"

"No Juanita, pero ¿qué se te ofrece?"

"No te puedo decir Pepito, son cosas de Mujeres."

"Dímelo Juanita, yo sé absolutamente todo de mujeres."

"No, Pepito, ¿está tu hermana?"

"No Juanita, pero dime, ya te dije que sé todo de mujeres."

"No te puedo decir Pepito, ¿está tu sirvienta?"

"No, pero dímelo, yo sé todo de las mujeres."

"Está bien Pepito te lo voy a decir."

En ese momento se levanta la falda y está toda ensangrentada y dice Pepito:

"Pero ¿qué hiciste, Juanita? ¡Te arrancaste los huevos!"






Jaimito se levanta por la noche, a las 3, para beber agua.

Al pasar por la puerta de sus padres, ve que está abierta y se asoma porque oye ruidos. Cuando observa lo que están haciendo sus padres, dice:

"!HAY QUE JODERSE!... ¡¡¡Y a mí me llevan al psicólogo porque me chupo el dedo!!!"






En el colegio la profesora les dice a sus alumnos: "hoy haremos ejercicios de comparación".

"A ver Juanito, un ejemplo de algo malo que se convierta en algo peor"

"Algo malo: tener fiebre; algo peor: morirse de esa fiebre.

"Tú Oscarito".

"Algo malo profesora: mojarse con la lluvia; algo peor: que te dé neumonía por haberte mojado.

"¿Y tú Pepito?"

"Algo malo maestra: que te obliguen a agacharte y te metan un paraguas por el culo; algo peor: que teniendo el paraguas dentro del culo ¡lo abran!"







Juanito llega llorando desconsoladamente a la casa. Su mamá le pregunta que por qué llora y el le dice: "Es que Pepito me dijo cara de testículo".

Su madre, indignada, va de regreso con Juanito a la escuela y al entrar a la oficina del director le dice: "Mire usted, señor Director, ¿qué clase de escuela es ésta? Imagínese usted que Pepito ha llamado a mi hijo cara de testículo."

"¡Señora, usted perdone, pero eso no puede ser! Estos niños de primer grado ni siquiera saben lo que es el testículo."

En eso pasa por ahí Pepito y lo pesca el Director. "Oye muchacho vente para acá. Pepito, ¿verdad que tú no sabes lo que es el testículo?"

"Claro que sí sé, señor Director. Mire usted: el testículo forma parte del aparato reproductor masculino. Se encuentra en un número de dos. Es el responsable de producir y almacenar los espermatozóides. Por encima del testículo se encuentra el túbulo seminífero distal, que se comunica con el proximal apenas entrar al conducto prostático, para después alcanzar la uretra. El testículo se encuentra en una bolsa colgante, colorada, arrugada, llena de pelos... ¡igualita a la cara del hijueputa de Juanito!"

 
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